viernes, 5 de abril de 2024

El tiempo y yo

Tengo una curiosa relación con el tiempo, por un lado me fascina, es un concepto  volátil,  inmaterial, complejo... simplemente desbordante, es elástico y persistente, el tiempo es atemporal por que no sucumbe ante si mismo, puedes ver su huella pero no su esencia, como ya dije en el pasado inmediato… me fascina… a lo mejor por eso me gusta la ciencia ficción, la idea del tiempo que podría ser, el tiempo que fue, el tiempo que desafiamos, el tiempo por que que viajamos, el tiempo que pudo puede o podría ser… a lo mejor por eso me gusta el rock progresivo, por como juega con el tiempo, lo confunde, lo tensiona y lo libera, el tiempo que sorprende, el tiempo que no esperas, incluso el tiempo que no entiendes… a lo mejor por eso no me gusta esperar, por que el tiempo se hace aburrido, se hace inútil, es arena que se cuela entre los dedos con la diferencia que el tiempo no puedes volver a tomarlo, se desvanece y no volverá, esperar es una de las pocas cosas que no me gusta de mi trabajo y es por eso que en mi oficina tengo una guitarra y un buen libro, para condimentar de historias, ritmos, melodías y armonías ese fragmento único de tiempo que se funde inevitablemente en esa amalgama que llamamos pasado y que no es mas que la sumatoria de certezas y la resta de universos que colapsan en el filtro del presente. Por eso a medida que pasa mi tiempo, es menos el tiempo que espero… por que mi tiempo es invaluable y soy consciente de que es finito, y eso no me deprime, al contrario, hace que el tiempo que compartimos sea especial, es el gusto y el placer de la memoria, es saborear instantes infinitos y sempiternos fugaces,   es tratar de poner de acuerdo a quien fui y a quien soy y a las miles de posibilidades de quien seré.


Gracias por tomarte el tiempo de leer, espero que no sientas que perdiste el tiempo.


- Kmo

viernes, 19 de enero de 2024

Eutanasia artificial

 “He encontrado el orden atómico de mi cerebro”… 

Ese fue el pensamiento que se ocupó por completo mi mente durante varios minutos, 

leía resultados y replicaba pruebas solo para encontrar una y otra vez afirmaciones…. 


“He encontrado el orden atómico de mi cerebro” 

Repetía una y otra vez frente a la pantalla, 

sin una emoción especifica guiando el logro… 

sin alegría o incredulidad, mas bien estupefacción.


“He encontrado el orden atómico de mi cerebro”

Me lo decía en voz baja mientras pensaba si debía empezar una simulación, 

si debía poner en marcha este orden, este mapa de mis pensamientos, de mis emociones, de mis miedos, de mis placeres,


Cual seria el resultado? Una copia perfecta de mi conciencia? 

Esa copia estaría consiente de su artificialidad? 

De su carácter sintético?

como le haría sentir?

Como me haría sentir el saber que mi existencia es solo una simulación?


“He encontrado el orden atómico de mi cerebro”

Decía mientras miraba los miles de millones de datos que daban cuenta de cada una de las moléculas y su ubicación relativa en la composición de mi cerebro… 


Podría imprimirlo? 

Podría producir una copia de “carne y hueso” de mi cerebro… estará todo ahí? 

Soy la suma de mis partes y nada más?


“He encontrado el orden atómico de mi cerebro”. 

Creo que puedo imprimirlo… 

es más la curiosidad morbosa que las implicaciones éticas, a fin de cuentas en el peor de los casos… 

seria atentar contra mí mismo, solo tendría que cortar el soporte vital y acabar con todo.


“He impreso una copia perfecta de mi cerebro” 

Y creo que no debí hacerlo… mi yo consciente podría estar sufriendo y no lo sabría, o sí? 

Podría comunicarlo? Serviría de algo si mi copia me dijera que sufre?


“No debí hacerlo”…. 

Voy a cortar el soporte vital antes de….. no se…. 

Solo se que voy a quitar el soporte vital… 

no debí hacerlo… 

esta hecho… 

ahora solo tomara unos segundos mientras se degrada… 

ira perdiendo la conciencia… 

se irá lentamente… 

casi sin saberlo… 

como……. 

Quedándose….. 

dorm…..


-Kmo