Cuando aparece un desacuerdo, mi universo crea tres Camilos, en esencia el mismo o partes del Mismo? No se…
el primero es una bestia, impulsivo, cavernario, podríamos decir que egoísta, pero prefiero pensar que es más un sobredimensionado autoprotector, fosforito, inmediato, enérgico…. Su lenguaje es limitado, obsceno, propone una solución simple y directa: “Eso dígale que coma mierda y listo”.
Unos segundos después aparece el Elocuente, es pausado, es el que respira dos veces profundamente antes de hablar, piensa que en vez de “mandar a comer mierda” debe mejor explicar con bastante detalle por qué “debería mandarlo a comer mierda”, con eso la otra parte se puede ir sola a comer mierda sin tener que rebajarse a mandarlo a comer mierda, es sofisticado, arrogante, no contempla la más mínima posibilidad de estar equivocado, cree que su punto de vista es absoluto.
Una vez el segundo Camilo ha terminado su verborrea aparece el tercero, es el de la balanza, es el que empieza a calcular el peso de lo hechos y las consecuencias, se pregunta constantemente, es realmente esto un desacuerdo?, escuche bien? Entendí lo que dijo? es necesario estar de acuerdo o podemos vivir bien en el desacuerdo? Vale la pena tener la razón en este caso? Cuál sería el beneficio si hablara uno de los anteriores Camilos? Realmente tengo la razón? Podría encontrar la forma de que esta situación llegue a un punto ganar - ganar?
Como siempre aparecen y dan su propuesta en el mismo orden, he aprendido algunas cosas:
1 al primero rara vez se le deja hablar en voz alta, sin embargo es importante escucharlo interiormente, por qué es el que deja más claro cuál es el sentimiento que genera el desacuerdo. Y aveces (rara vez afortunadamente) en momentos donde debemos protegernos de inmediato es quien sabe qué hacer.
2. El segundo puede hablar en voz alta, pero no siempre es lo más indicado , muchas veces el explicar el por qué no se está de acuerdo lleva a resoluciones favorables, sin embargo al no dudar de sí mismo, no necesita reevaluarse, es inflexible, no va a ceder un milímetro, esto puede llevar a poner en extremos irreconciliables a las partes siendo esto muchas veces innecesario, y absolutamente contraproducente.
3 el tercer Camilo puede hablar en voz alta, pero su gran habilidad está en escuchar, tanto a los anteriores Camilos como a las otras personas, este Camilo siempre busca sacar lo mejor de la situación, lo mejor para todos, sin embargo aveces el punto medio es decepcionante para todos y contraproducente para sí mismo.
Este monólogo de cada uno de estos personajes ocurre en mi mente y ha sido divertido con los años ver como uno tras otro van exponiendo su argumento, darles forma a cada uno de ellos, recrear el escenario de Mi mente como un gran salón donde ellos exponen en un púlpito donde muchos otros Camilos sentados escuchan con atención y debaten entre dientes quien tiene la razón, el camilo de la memoria dice “eso ya se hizo antes y no funcionó”, el Camilo del sistema circulatorio dice “sensación de calor, palpitaciones altas, tensión en los músculos de la cara, realmente está emputado, puede que salga primero” … al final, de todo eso sale un respuesta y el balón queda al otro lado de la cancha, esperando volver y empezar todo este circo una vez más.
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